HISTORIA DEL RAMO DE NOVIA

Las flores siempre han tenido un significado especial en una boda, llegando a convertirse en un elemento indispensable.

De hierbas aromáticas para alejar a los malos espíritus en el Antiguo Egipto, a flores alrededor del cuello, en collares, símbolo de nueva vida, fertilidad, esperanza y fidelidad en Grecia y Roma.

Antiguamente se creía que las hierbas aromáticas tenían poderes místicos y con ellos se alejaban los malos espíritus y se atraía felicidad a la pareja. Fue así hasta que la Reina Victoria se casó con Alberto de Sajonia en 1840 y se utilizaron flores frescas, concretamente caléndulas, para su ramo, en vez de las tradicionales hierbas.

Con este enlace, las flores pasaron a convertirse en mensajeras de secretos entre los amantes, intercambiándose flores, según su significado.

Hoy en día nos centramos más en la parte estética a la hora de elegir un ramo de flores para la novia y dejamos un poco de lado las cuestiones místicas. Miramos el color, la forma o la combinación que quede perfecta con el vestido. Y aunque el significado no es el mismo, la tradición de llevar un ramo de flores sigue conservándose en el gran día.

(Fotos vía Pinterest)