viernes, 25 de abril de 2014

¿BODA CIVIL EN EL JUZGADO... O EN UNA FINCA, EN UN JARDÍN PRIVADO, MASÍA, HOTEL, ETC.?


Esta pregunta es la que se hacen muchas parejas de novios al plantearse el lugar de celebración de su boda. La decisión dependerá siempre de ellos, del presupuesto con el que cuenten, de la cantidad de invitados al enlace, principalmente de la época del año y sobre todo, si quieren una boda civil además de otra religiosa.

Ceremonia en un espacio cerrado:

Si la boda tiene lugar en en recinto cerrado como un restaurante, un hotel, etc., en lugares naturalmente acondicionados para llevar a cabo tales ceremonias, seguramente se tenga poco margen de maniobra en tema de decoración, porque en esos sitios no siempre se permite que los novios alteren las instalaciones con sus gustos decorativos. Sin bien esto no tiene porque ser motivo para que la celebración no luzca en todo su esplendor, como seguidamente os muestro.







Ceremonia al aire libre:

Cuando las bodas civiles se celebran en temporadas como primavera y verano, los novios lo tendrán todo a su favor. Para empezar un buen clima que marcará la pauta para organizar una boda en un sitio abierto, pudiendo realizarse tanto en una finca en el campo, como en unos jardines públicos o privados, en una preciosa masía, hasta en un hotel cerca del mar e incluso en la misma playa.







Pudiéndose montar entonces una carpa para oficiar la ceremonia, un templete o una pérgola decorada con flores a su gusto, para posteriormente pasar con los invitados e invitadas, bien a los salones de que dispongan los organizadores del banquete, bien incluso en una zona ajardinada, lugares muy propios de la temporada, dependiendo de la climatología y/o la hora.

Si la boda es en una finca, o en unos jardines, el ambiente resulta más cómodo, natural y relajante tanto para los novios como para los familiares y amigos, porque las áreas verdes y en ocasiones el entorno arquitectónico del sitio contribuyen a que la celebración se realice en un ambiente muy agradable, al que se le suma la música y la alegría de los asistentes.

Hay que tener en cuenta que organizar una boda en un espacio abierto permite poner más atención a los detalles y sobre todo da posibilidades de planear y esmerarnos más en la decoración. Desde instalar una carpa con una mesa bien arreglada para el o la oficiante de la ceremonia, hasta pensar en vestir mesas y sillas para los invitados con adornos de centro hechos a base de flores. Los invitados incluso pueden estar dentro de otra carpa, o bien, si los jardines son grandes y con muchos árboles, la distribución del mobiliario puede ser más libre.






La música será un elemento importante que puede contribuir a que todo el mundo, los novios e invitados se relajen y todos disfruten de la boda.

El tener una boda al aire libre da incluso más libertad de vestuario tanto a novios como a invitados, pues el clima permite usar desde las pamelas, para protegerse de sol, hasta vestidos de colores vivos, claros y sobre todo hechos con telas frescas.

Lo importante de todo esto es planear una boda sencilla pero bonita, todo en base al presupuesto que se tenga y a lo que los novios desen. Eso sí, vale la pena que si el enlace es en época de buen clima, se contemple la posiblidad de planear todo en un sitio abierto para que se disfrute también de la temperatura.

Espero como es habitual, que os sirvan mis consejos.
¡Hasta pronto!

(Fotos vía Pinteres)